El bosque caducifolio se encuentra representado en Casillas principalmente por el castaño y el rebollo.
Podemos encontrar castañares alrededor de todo el pueblo, empezando por la Garganta del Pajarejo, la zonal del Dirgal, el Linar, la Mata o el Trasdelcerro. Un poco más alejados el Valle, la Bambilla, los Molinos, las Pozas, el Arrejondo o la Lanchuela.
Pueden encontrarse rebollos en la Hortezuela, por encima de la Cuerda del Lomo o desde las Ulagas, pasando por el Chorrejón hasta Fraes.
Los bosques caducifolios, (sobre todo el castañar), son frescos y frondosos durante la época de más calor, dando paso en otoño al cambio de colores, desde el verde al amarillo; del amarillo al ocre, anaranjado y marrón, justo antes de la caida de la hoja. En invierno, entre las ramas sin hojas podremos distinguir los nidos hasta entonces invisibles. Y en pleno invierno, les podremos ver rebrotar y cubrirse con blancas hojas formadas por los copos de la última nevada.
De ambos árboles se ha aprovechado siempre su leña para alimentar los hogares, prefiriéndose siempre por su calidad, la madera del roble. El castaño proporciona sin embargo algo más valioso, su preciada castaña, que en pleno otoño cae al suelo para ser recogido por los casillanos, tanto si hace frío, calor, llueva o nieve.
Especies representativas
Abruño (Prunnus spinosa)
Azucena silvestre (Lilium martagon)
Biércol (Erica vagans)
Brunella gandiflora (Brunella grandiflora)
Campanula rapunculus (Campanula rapunculus)
Cantueso (Lavandula stoechas)
Castaño (Castanea sativa)
Codeso (Adenocarpus complicatus)
Escaramujo (Rosa canina)
Helecho (Polypodium vulgare)
Helecho común (Pteridium auuilinum)
Helecho macho (Dryopteris filix-mas)
Hiedra (Hedera helix)
Madreselva (Lonicera caprifolium)
Majuelo (Crataegus monogyna)
Roble (Quercus pyrenaica)
Sanjuanico (Lavandula pedunculata)
Zarzamora (Rubus ulmifolius)
Los pinares conforman aproximádamente el 50% de la superficie arbolada, destacando sobre todo la presencia del pino resinero.
Antes de acceder a la localidad, podemos verlos en el Pinar de la Bolería, perteneciente al término municipal de Santa María del Tiétar; y junto al término de Sotillo de la Adrada, en el Calamueco, el Robellano, la Lanchuela o el Arrejondo.
Por encima de la cota de Casillas, el pino resinero copa la mayoría de la superficie del Collado, Majalazarza, Pedrocartas, el Venero Moro, las Parihuelas o el Puerto. En estos dos últimos, comparte terreno con el pino cascalbo, mientras que en la zona del Camocho, la especie dominante es el pino silvestre o valsaín.
La madera de los pinos es de inferior calidad que la del roble o castaño, debido a la presencia de la resina, producto que hasta hace poco tiempo tenía gran valor. Se recogía de forma intensiva en toda la zona siendo transportada al pueblo resinero de Las Cruceras, dónde se trataba y almacenaba para su uso industrial.
En el término munipal de Casillas y sus alrededores podemos considerar, dadas la flora, fauna y climatología, como alta montaña aquellas cotas superiores a 1500 metros sobre el nivel del mar.
Dentro del propio término, la alta montaña se reduce a la Sierra del Palancón y a la Sierra del Camocho, ambas separadas por el puerto de Casillas. La Sierra del Palancón tiene continuidad por el término municipal de El Tiemblo hasta la cumbre de Cabeza La Parra. Desde la Sierra del Camocho, el paraje de alta montaña se extiende por el Canto del Berrueco, el Alto de la Escusa y toda la Sierra de Gredos.
La vegetación típica de esta zona está compuesta por praderas, donde pasta el ganado bovino y equino, junto con zonas de piornos y cambruños. Además, de forma aislada, existen grupos de pinos: en la cara Sur, se mezclan pinos silvestres y resineros, mientras que por su cara Norte sólo hay silvestres.
El uso que se ha dado a esta zona ha sido siempre de pasto estival para el ganado bovino y equino. Cabe resaltar la presencia de varios pozos de nieve en desuso en la Sierra del Camocho, y uno en la Sierra del Palancón, aunque en el término de El Tiemblo.
Dentro del término municipal de Casillas no existe ningún humedal de importancia, aunque hay dos pantanos a sus pies, La presa de los Morales en la carretera de entrada desde Madrid, y la presa del Pajarejo, justo en el límite del término con Santa María del Tietar.
Así pues, la flora existente alrededor de las zonas húmedas se limita a las riveras de los arroyos y gargantas que surcan la localidad, las orillas de alguna poza o retención de agua, y los canales y regueras de riego.
Estos espacios se hayan dominados por la presencia de álamos negros, chopos, nogales, avellanos y fresnos.
Las principales zonas de huertas y cultivos se encuentran en los parajes de las Pozas, el Tejar, la Lanchuela, el Arrejondo y el Valle, aunque hay huertas diseminadas por toda la localidad. Otras zonas, como el Dirgar, en las que el cultivo era antiguamente muy importante, hoy en día ha casi desaparecido.
Principalmente en nuestras huertas y cultivos se plantan patatas, tomates, lechugas, pimientos, judias y calabaza, esta última destinada a la matanza del cerdo. Algunos surcos de ajos, acelgas, cebollas, puerros, pepino, zanahorias, sandía y melón. Ya sea de un cultivo extendido por la mayoría de las huertas, o de otros menos diseminados, siempre se trata de cultivos dedicados al autoabastecimiento y realizado en pequeñas parcelas.
Respecto a los frutales, en esta serrana localidad predominan el manzano, el cerezo, el peral, la higuera, el melocotonero, el ciruelo y el olivo.
Cuando se logra una sobreproducción, puede verse la venta de estos productos en las puertas de las casas de la localidad, siendo más frecuente con los productos de los frutales.
Existen dos zonas claramente diferenciadas y catalogadas como pastizales. La primera es la Dehesa, y en la que el pastoreo ha sido el principal elemento que le ha proporcionado sus características actuales. La segunda es una amplia zona de pastizal en el paraje de la Vega.
Existen otras tres zonas que fueron utilizadas principalmente como eras de trilla, y aunque no son los únicos lugares donde se trillaba, su extensión y flora las hace ser catalogaras como eriales. Estas son las Eras del Prado, las Eras del Robellano y las Eras del Venero Moro.
La desaparecida trilla y el pastoreo en claro declive, no son tan importantes como antaño. Las zonas nombradas todavía mantienen sus característcas de eriales y pastizales, aunque en retroceso debido a la invasión de otras especies vegetales cómo pinos y rebollos.
Especies representativas
Calderón (Trollius europaeus)
Cardo borriquero (Silybum marianum)
Cresta de gallo (Rhinanthus minor)
Cola de perro (Cynosurus cristatus)
Heno blanco (Holcus lanatus)
Milenrama (Achillea millefolium)
Orégano (Origanum vulgare)
Orquídea pálida (Orchis pallens)
Pastizal (Plantagini albicantis)
Tomillo (Thymus vulgaris)
Trébol de los prados (Trifolium pratense)
Trombones (Narcissus pseudonarcissus)
