13 de Junio, 11:00 de la mañana, todo el pueblo de Casillas se encuentra reunido en la parroquia de San Antonio de Padua. Son las fiestas patronales y todos los casillanos quieren rendir honores a su querido patrón.
Pero vayamos al principio. El día anterior a la festividad del santo ya empiezan los actos religiosos con la celebración de las vísperas. El día 13, el día grande, San Antonio de Padua logra reunir a todos los casillanos, ya sean habitantes durante todo el año en la localidad, como a los residentes en otros municipios, principalmente Madrid y Alcorcón. La iglesia se encuentra llena, y aquellos que no han llegado a tiempo esperan a la puerta a que finalice la eucaristía. Una vez dadas las bendiciones por el sacerdote, como finalización del acto religioso, aquellos que estaban dentro de la iglesia se unen a los que esperan afuera esperando el inicio de la procesión.
San Antonio es sacado de la iglesia sobre las andas por los fieles casillanos, y a gritos de “Viva San Antonio” le llevan por las calles de Casillas. La comitiva sale de la iglesia hasta la Plaza España, suben por Crisóstomo Zamora, para girar luego por la calle Mártires y llegando hasta las escuelas. Girando de nuevo a la izquierda llegamos de nuevo a la Plaza desde dónde se baja de nuevo a la iglesia, dando por finalizado el recorrido de la procesión. Allí, se procede a la subasta de los obsequios ofrecidos por los devotos, y cuyo dinero es destinado a las acciones que durante el año realiza la Cofradía de San Antonio.
Una vez finalizada la subasta, es hora de tomar el “aperitivo” y continuar con las fiestas.
Las fiestas patronales de San Antonio de Padua en Casillas, más allá de su celebración eclesiástica, empiezan el domingo anterior al 13 de Junio con la celebración del baile de elección de las misses y del mister de las fiestas.
Ya en los días previos al día grande, con el pueblo engalanado para la ocasión, y los puestos de golosinas, juguetes, puntería, churrería… abiertos al público, se da comienzo a las fiestas propiamente dichas. El inicio oficial se hace con el pregón de las fiestas, y tras éste los fuegos artificiales.
En estos días se suceden las actividades preparadas para estas fiestas: concentración y pasacalles de las peñas, dónde los bailes, cánticos y el agua son los protagonistas, los gigantes y cabezudos, los juegos infantiles y juveniles o los recientemente recuperados juegos tradicionales (cucaña, pucheros, soga, carrera de sacos…) son parte de la diversión. Y no nos olvidemos de la corrida de toros o de la vaquilla. Todo ello amenizado por la Asociación Musical de Casillas.
Las noches son para el baile. Todas las noches una fabulosa orquesta nos amenizará las fiestas, y así baile tras baile nos llevará al amanecer, y aquellos con más fuerzas y ganas podrán acompañar a los integrantes de la Asociación Musical en su recorrido por las calles tocando diana.
Todo ello convierte a Casillas en estos días en un lugar para la diversión, la fiesta y la devoción.
A finales de Enero, una vez pasadas las navidades, se celebra las fiestas en honor a San Sebastián. Las fechas y el clima hace que estas fiestas sean más “en familia”, siendo menor el número de casillanos no residentes en la localidad que asisten a ella.
El día 19 se celebran las vísperas y al día siguiente, día 20, la misa es en honor al Santo. La fiesta de carácter principalmente religioso se ve amenizada en su parte más lúdica con la invitación que tradicionalmente hace el Ayuntamiento a sus vecinos y visitantes a tomar un vaso o más de sangría, mientras suena alguna de las piezas de la Asociación Musical o una orquesta invitada.
Casillas, localidad agrícola y ganadera, celebraba el 15 de Mayo la festividad de San Isidro. La decadencia de estas actividades y su sustitución por otros oficios, hizo que esta tradición se fuera perdiendo poco a poco.
La inauguración de la Ermita de San Isidro, en el paraje de “Las Eras del Prado”, ha propiciado la recuperación de esta festividad perdida durante décadas, y Casillas venera de nuevo al Patrón de los oficios del campo.
Desde el año 2007, el sábado domingo después del 15 de Mayo se celebra una Romería en honor a San Isidro. El Santo, desde la vísperas en la parroquia de San Antonio de Padua, es trasladado a hombre por los fieles desde el pueblo hasta la ermita construida en su honor. En un trayecto cercano al kilómetro y medio, salpicado de fuertes rampas y siempre en ascenso, se refleja la devoción de aquellos que llevan a sus hombros al Santo.
La comitiva, presidida por las autoridades religiosas y administrativas, llegan a las Eras del Prado mientras suenan las notas de la banda de música. Una vez a los pies de la Ermita, se celebra al aire libre la eucarística.
Una vez finalizados los actos religiosos, el Ayuntamiento invita a todos los asistentes a una barbacoa como aperitivo a la comida que todo el mundo lleva para disfrutar de la Romería en pleno campo, recordando tanto los esfuerzos que antaño realizaron nuestros antepasados, labrando y cuidando del ganado, como a San Isidro, que velaba antes por ellos y ahora por todos nosotros.
El día 2 de febrero se celebra la festividad de la Virgen de Las Candelas, pasándose al domingo en caso de coincidir entre semana. Este día, puramente religioso y más íntimo para los casillanos, se saca a la Virgen en procesión para llevarla hasta la fuente de la fragua.
Antes de empezar el trayecto, se enciende una vela que, según dice la tradición, si se mantiene encendida hasta el final, significará que hará buen tiempo. Al finalizar el trayecto, se le entrega a cada niño del pueblo una vela. Antiguamente, esa vela era entregada a los niños nacidos ese año, pero poco a poco se ha sustituido esa costumbre y ahora se le da a cualquier niño o niña que se acerque.
Las encargadas de transportar a la virgen, generalmente son las casillanas. Además, existe la figura de los mayordomos que son los encargados de ir casa por casa entregando la papeleta para una rifa que, tras la procesión de la Virgen, se celebra en la iglesia. El premio de esta rifa es la tradicional rosca.
Desde mediados de Octubre hasta mediados de Noviembre se realiza la recogida de la castaña, un producto y una actividad muy importante en la vida de Casillas.
Se llama calbote a la castaña asada, y tradicionalmente, los grupos de amigos y familiares se han reunido la noche del 30 de octubre para hacer unos calbotes, tomarse un vaso de viso y cantar y bailar toda la noche.
Hoy en día, en la víspera del día de Todos los Santos, el Ayuntamiento organiza en la plaza una calbotada colectiva, en la que invita a todos los vecinos y visitantes a comer este delicioso postre acompañado de un vaso de vino.
Y coincidiendo con estas fechas se celebra una feria en la que se venden productos artesanos y naturales, y especialmente, productos gastronómicos caseros cuyo principal ingrediente es la castaña.
Semana Santa
La Semana Santa se celebra en Casillas como una mezcla del espíritu religioso de la celebración eclesiástica junto a la celebración lúdica pues son fechas en que los casillanos que viven fuera de la localidad regresan a visitar a familiares y amigos.
La celebración religiosa empieza el Domingo de Ramos, y durante toda la Semana Santa se celebran los oficios todas las tardes. El Jueves Santo se celebra la procesión de la Virgen y el Viernes Santo, además del Via Crucis por la mañana, al anochecer la procesión del Cristo. Esta última se caracteriza porque un grupo de “cantores” se sitúan delante del Cristo, y empiezan a cantar las estrofas del canto del calvario. Cada vez que acaban un verso esperan a escuchar la réplica - se canta el mismo verso - que les da otro grupo de cantores que van detrás del Cristo.
Al realizarse casi al anochecer, la poca luz existente, la espiritualidad de los cánticos y el ambiente de las voces en el silencio que rodea a la procesión, hace de ese momento un tiempo de recogimiento personal que dota a esta procesión de una especial belleza.
Esta forma de celebrar la procesión del Cristo es muy particular habiendo muy pocos lugares en los que se realiza de este modo.
La celebración religiosa finaliza el domingo con la Misa de Resurrección, la cuál se celebra desde hace unos años en Las Eras del Prado, a pies de la Ermita de San Isidro, y lugar tradicionalmente utilizado para la “empaná”.
La “empaná” empieza a celebrarse el sábado por la mañana, cuando los grupos de amigos y familiares se reúnen para comprar los alimentos que degustarán fraternalmente tanto en la cena del sábado como al día siguiente en las Eras del Prado.
Esa tarde se reúnen en el sitio dónde cenarán, normalmente una casa antigua sin habitar o un garaje. Unos se dedicarán a preparar la limonada con que invitarán a quién pase por allí, otros irán adelantando en lo posible la cena de esa noche y otros… bueno, otros se dedicarán a visitar las casas de otros grupos, buscando que los inviten a un vaso de limonada, y si es posible “llevarse sin permiso” la cena del que se descuide.
Esta forma de celebrar la procesión del Cristo es muy particular habiendo muy pocos lugares en los que se realiza de este modo.
Esa noche, si se ha sido listo y no te ha quitado nadie la cena, cenarán todos juntos, y después a bares y discotecas a continuar la fiesta.
A la mañana, cansados todavía de rondar por la noche, se realizan los preparativos para llevar todo lo necesario a “las eras”, buscaremos el mejor sitio para comer, oiremos la Misa de Resurrección y disfrutaremos de un día de campo.
Carnavales
El Carnaval celebra los días en que don Carnal se hace oír por encima de doña Cuaresma, justo hasta que ésta, el miércoles de ceniza, sale vencedora de su lucha eterna e imponen las restricciones del tiempo de cuaresma.
Las celebraciones de Carnaval se extienden durante todos los días que dura éste con diversos actos entre los cuales destacan dos: el sábado de carnaval, y el entierro de la sardina.
El sábado, todo aquél que desea disfrazarse se une al desfile que se realiza por las calles del pueblo hasta reunirse todos en la plaza. El jurado evaluará el disfraz y la simpatía de los disfrazados, decidiendo quienes son los ganadores cada año. De los numerosos premios destaca el de la comparsa, que será nombrada representante de la localidad en los carnavales provinciales de Cebreros al fin de semana siguiente.
El miércoles de ceniza se realiza el entierro de la sardina, mientras que la comitiva de plañideras llora por la derrota de don Carnal y el triunfo de doña Cuaresma.
Cabalgata de Reyes
Todos los años el 5 de Enero sus majestades Los Reyes de Oriente vienen a recoger las cartas de los niños y a ofrecerles un pequeño regalo como adelanto de lo que recibirán esa noche.
La comitiva real recorre las calles del pueblo, repartiendo golosinas y caramelos hasta la plaza del ayuntamiento, donde se montan los tronos de Sus Majestades, en los cuales reciben a los niños con los que se fotografían.