Micología
Variedad micológica
La especial orografía, los castaños que alfombran gran parte del suelo; pinos, robles y prados, y un especial microclima hace que este rincón de la Sierra de Gredos exista una variedad micológica que hace las delicias, tanto del micólogo aficionado, cómo del recolector ocasional.
En esta tierra puede verse multitud de setas apreciadas por su utilidad gastronómica. El níscalo y la cagarria han sido recolectados tradicionalmente por nuestros antepasados. Hoy en día está tomando cada vez más importancia la búsqueda de los conocidos como migueles (boletus edulis y boletus pinícola), la oronja, los parasoles o el champiñón silvestre.
Para aquellos que disfrutan de la micología, no sólo por la gastronomía, sino por el placer de la observación de la naturaleza, podrán encontrarse con amanitas (verna, phalloides, muscaria...), russulas, tricolomas,... y así hasta que descubra las más de 150 especies distintas que han llegado a identificarse en esta localidad.
Disfruten de nuestros campos, respeten a la naturaleza y a las propiedades privadas. No son los dueños y señores de esta tierra, sino que vivimos de prestado, y es la propia Naturaleza quién nos permite disfrutar de la misma. Si no cuidamos de ella, pronto, ni quién la habita y cuida todos los días, ni quién la visita de forma ocasional, podrá beneficiarse de ella.
Especies representativas
Cagarria (Sparasis crispa)
Champiñon silvetre (Agaricus campestris)
Falsa oronja (Amanita muscaria)
Miguel (Boletus edulis)
Miguel (Boletus pinícola)
Níscalo (Lactarius deliciosus)
Oronja (Amanita caesarea)
Oronja blanca (Amanita verna)
Oronja verde (Amanita phalloides)
Parasol (Macrolepiota procera)
Seta de cura (Russula virescens)
Seta de los caballeros (Tricholoma equestre)
Flora
Un mar vegetal
Si Casillas tiene algo de valor incalculable, eso es sin duda alguna sus bosques. Puede decirse que la localidad es una isla en un mar de plantas y árboles
Los castaños y su fruto, la castaña, es el bien vegetal más querido y cuidado por los casillanos; mientras que el castañar devuelve multiplicado por mil, los cuidados y atenciones que recibe. El verdor incipiente de sus hojas en primavera, da paso a partir de mediados de junio, a un espectacular paisaje lleno de colores y aromas con la floración de las candelas, flor del castaño. El frescor de su sombra permite esquivar el rigor del calor estival, y en otoño, la explosión de colores del bosque caducifolio nos lleva a la recogida de la castaña.
Pero no sólo hay castaños. Quién se acerque a esta tierra, podrá disfrutar de agradables paseos en sus pinares, ya sean resineros, cascalbos o valsaínes.
Caminar entre huertas y prados, siempre salpicados por robles y castaños; subir a lo alto de la sierra, y entre piornos y cambrones, llegar a las praderas alpinas. Paisaje este último, muy similar al que encontraremos en La Dehesa, aunque estando ésta en cotas más bajas y más cercana a la localidad.
Especies representativas
Castaño (Castanea sativa)
Pino resinero (Pinus pinea)
Pino cascalbo (Pinus nigra salzmanii)
Pino valsain (Pinus silvestris)
Rebollo (Quercus pyrenaica)
Piorno (Cytisus purgans)
Cambroño (Adenocarpus hispanicus)
Fauna
Animales en libertad
La variedad de bosques que hay alrededor, su perfecta conservación, y la situación cercana a la Reserva Natural del Valle de Iruelas, hacen que nuestros campos y montes se hallen habitados por una gran variedad de especies.
El jabalí ha sido tradicionalmente el rey de nuestros bosques, con ciervos y corzos. La ardilla roja, que corretea entre castaños y pinos, es más fácil de ver. Mientras que comadrejas, garduñas, ginetas, erizos y otros pequeños pobladores de estos bosques, son más esquivos.
El rey de los cielos es, sin lugar a duda, el buitre negro, siendo el emblema de la Reserva del Valle de Iruelas. Su silueta es una habitual de nuestros cielos junto a la del buitre leonado.
Águilas imperiales, reales, ratoneras o culebreras, milanos, azores o gavilanes, son otros moradores habituales. Y por la noche, el búho real, las lechuzas o los cárabos.
También podremos ver oropéndolas, jilgueros, cucos, abubillas, abejarucos, carboneros... y en plena migración, la grulla.
No sólo de mamíferos y aves están poblados nuestros montes. Lagartos, lagartijas, salamandras y ranas. Culebra bastarda o víbora hocicuda. Mariposas, polillas, orugas, grillos y chicharras. El ciervo volador, o alacranes y escorpiones. Todos ellos también forman parte de este ecosistema.
Especies representativas
Ardilla roja (Sciurus vulgaris)
Ciervo (Cervus elaphus)
Erizo común (Erinaceus europaeus)
Garduña (Martes foina foina)
Jabalí (Sus scrofa)
Abubilla (Upupa epops)
Águila imperial (Aquila heliaca adalberti)
Águila real (Aquila chrysaetos)
Búho real (Bubo bubo)
Buitre leonado (Gyps fulvus)
Buitre negro (Aegypius monachus)
Grulla (Grus grus)
Jilguero (Carduelis carduelis)
Oropéndola (Oriolus oriolus)
Lagartija serrana (Acanthodactylus erythrurus)
Lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi)
Mariposa isabelina (Graellsia isabelae)
Víbora hocicuda (Viper latasti)